domingo, 29 de noviembre de 2009
Nuevo Premio para Este maldito país
En este link, el acta del jurado: http://www.cronistasdecine.org.ar/content/view/173/42/
Integrantes del jurado: Andrés Insaurralde, Beatríz Iacoviello y Nicolás E. Vázquez.
Premios:
MEJOR PELICULA: POLVO NUESTRO Beatriz Flores Silva (UY)
MEJOR CORTOMETRAJE: ECHENLE SAL Sonia Bertotti (AR)
MEJOR DOCUMENTAL: ESTE MALDITO PAIS Juan Martín Cueva (EC-BR)
MEJOR ANIMACION: EL RETRATO DE LA PESTE Lucila Las Heras (AR)
MEJOR DIRECTOR: JULY MASSACCESI por CABEZA DE PESCADO (AR)
MEJOR GUION: BEATRIZ FLORES SILVA por POLVO NUESTRO (UY)
MEJOR FOTOGRAFIA: CARLOS ZAPPARELLI (ADF-AR) por CABEZA DE PESCADO
MEJOR ACTOR: MARTIN PAVLOVSKY por CABEZA DE PESCADO
MEJOR ACTRIZ: INGRID PELICORI por CABEZA DE PESCADO
Este maldito país acaba de ser exhibida en el II festival de cine ecuatoriano Kunturñawi (http://www.festivaldecinekunturnawi.blogspot.com/) que se realizó en noviembre en Riobamba, en este festival ganó una Mención como Mejor Producción. La lista de premios completa está en este link: http://www.ahoraenquito.com/cine/685-festival-de-cine-kunturnahui-culmino-con-las-premiaciones.html
Hace pocas semanas fue al 9no EXPOCINE en Cuenca (http://www.expocinecuenca.com/) en el marco de la muestra de documental que se realizó en este encuentro de cine ecuatoriano.
Participará el 8 de diciembre en la Semana del cine afro que se realizará en Esmeraldas.
viernes, 18 de septiembre de 2009
Nota sobre el documental en un portal de noticias
Documental ecuatoriano "Este maldito país"
recorre festivales internacionales de cine
Jueves, 10 de septiembre de 2009
El documental "Este maldito país" de Juan Martín Cueva sigue con su recorrido de eventos cinematográficos en América Latina y Europa. La película ha sido seleccionada por tres festivales internacionales que se realizan en septiembre y octubre, y formó parte de la programación “En Ecuador se hace cine” en la Cinemateca de Montevideo (Uruguay) y del Festival Cinema Patrimonio, organizado por el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural en Riobamba. A fines de septiembre se proyectará en el marco de la muestra de cine de la 9na Conferencia Sudamericana sobre Migraciones que se hará en Ecuador.
En las semanas que vienen el documental de coproducción Ecuador-Brasil ha sido invitado a participar en las Selecciones Oficiales de Cinemaissi, festival de cine latinoamericano de Finlandia, así como Itinéraires (Imágenes y realidades de América Latina) en Bélgica, y será programado en Buenos Aires en el marco del séptimo Festlatino, donde compite con documentalistas de Chile, Argentina y Uruguay.
En Finlandia la programación lleva por título “Pueblos en movimiento” y se enfoca en los sentidos de la migración, la identidad y la democracia en América Latina y el Caribe. Participan con este filme ecuatoriano producciones bolivianas, peruanas, brasileras, argentinas, chilenas, panameñas, venezolanas, colombianas y mexicanas.
Por otra parte, el nuevo proyecto documental de Juan Martín Cueva, "El tiempo largo y el tiempo corto", fue premiado por el CNCINE con un fondo de ayuda a la escritura de guión. Antes de empezar este proyecto Cueva se encuentra produciendo un documental para la Asamblea Permanente para los Derechos Humanos APDH sobre la zona de frontera Ecuador-Colombia, con el mismo equipo de base que trabajó en "Este maldito país": el fotógrafo Francois “Coco” Laso y el sonidista León Felipe Troya. La edición estará a cargo de Víctor Arregui y el estreno está previsto para noviembre.
"Este maldito país" es una producción de Otra Cosa Producciones, empresa que estuvo a cargo de la más reciente película de Arregui (Cuando me toque a mi, basada en una novela de Alfredo Noriega) y está preparando la nueva producción del mismo director, titulada "El facilitador", que se rodará en Quito y varios sectores rurales de la sierra ecuatoriana a inicios de 2010 en coproducción con Brasil.
Confirmado.net / Cultura Intensa
miércoles, 16 de septiembre de 2009
viernes, 28 de agosto de 2009
Sobre Este maldito país en el blog de Patricio Burbano
Publicado 1 Julio 2009
Hay cosas que se tienen que censurar. El morbo. La estulticia. La pornografía en horario para todo público. La violencia sádica en ídem. La crónica roja sin reflexión. No se puede dejar que ciertas cosas (no tanto ideas: procedimientos, aberraciones, esos lados extremadamente oscuros y perturbadores de la condición humana) circulen por ahí, mostrándose impúdicamente ante gente que quizá no está preparada para enfrentarlas con madurez y criterio.
Pero de ahí a volverse Torquemadas de los microorganismos que pueden aparecer por ahí media una gran distancia. Personalmente, apoyo que se aplique la ley en casos como los de difundir noticias basadas en supuestos que finalmente pueden provocar conmoción social y fácil llevar al caos. Por lo menos que se llame la atención o se reconvenga con firmeza.
Pero cuando se arremete contra seriales como “Los Simpsons”, o cuando se ejerce la autocensura sin criterio, sí me quedo pensando un rato en hasta qué punto la regulación de los medios, mejor dicho, de lo que podemos ver y escuchar a través de ellos, tiene un sentido y una función social encaminados hacia el bien común y no como manera de saciar caprichos individuales, partidistas o lugares comunes de la moralina más barata y rastrera.
Por ejemplo, el canal público Ecuador TV presenta el documental de Juan Martín Cueva “Este maldito país”. Pero deciden ‘amputarle’ el adjetivo. ¿Por qué? ¿Cuál es el criterio que opera en esta ‘selección’ lingüística? ¿Alguien le preguntó al autor del documental si estaba de acuerdo con el cambio? Es más… ¿Alguien le preguntó al autor por qué estaba ese adjetivo ahí, qué función, qué importancia tiene esa sola palabra dentro del nombre del documental?
Seguro que no. Alguien leyó la palabra ‘maldito’, la equipararon a descalificación e insulto y… ¡unas tijeras, pronto, de urgencia! Para peor, ese adjetivo estaba calificando a la sagrada palabra ‘país’. Y entonces, bueno, pasamos la película, apoyamos el cine nacional, el tan mentado ‘talento’ nacional, y respiramos en paz porque al mismo tiempo estamos defendiendo el sagrado concepto de ‘país’ del artero ataque del adjetivo ‘maldito’. En años de colegio se aprende (se debería aprender) a leer entre líneas. Se debería llegar a comprender que en el lenguaje connotativo es un pecado muy grave abordar las palabras y las expresiones desde su significado lineal sin atender a los matices y las variantes semánticas. ‘Maldito’, en el caso citado, es una palabra que esconde rabia, decepción, pero también amor y deseos de cambiar lo que nos enferma como sociedad e individuos. ¿Es tan difícil de comprender? ¿A quién hay que dibujarle una explicación que debería ser innecesaria? ¿Cómo se puede manejar algo tan grande como la difusión de las expresiones culturales de un país con el criterio maniqueísta de un niño al que le han aterrorizado desde el vientre materno con la posibilidad de los más atroces tormentos del infierno si estornuda en una iglesia? Antes que nada, creo que lo fundamental es abrir la mente y dejar de lado los cernidores que de pronto han comenzado a funcionar indiscriminadamente en este maldito país.
1 Respuesta a Sobre Este (maldito) país
Juan Secaira 3 Julio 2009 a las 8:14 PM
totalmente absurda la censura. Totalmente, pues es una creación artística. Aunque maldito signifique eso, maldito, o incluso algo mucho peor. Como bien dice Lucrecia Maldonado en la primera parte del artículo, censurarlo no es la respuesta. REpito: pese a que maldito signifique eso mismo ¿Y qué? si es una creación de su autor, una visión personal de un fenómeno. Por eso se leen y se ven pendejadas (significado literal) y no se entiende el arte como debe ser.Cuántos autores han tenido una relaciñón tormentosa con su suelo, con ellos mismos, con su entorno, y no han sido víctimas de esto. Y a LIma, la horrible cómo le pondrán los sabios censores de por acá.Si la película, aún no la he visto, presenta furia y también amor, pues bien. Si sólo es furia o sólo amor, también. y si es, artísticamente, una puteada al rincón patrio, pues perfecto.mejor, como decía una vieja comedia nacional: dejémonos de vainas. Saludos
jueves, 13 de agosto de 2009
Montevideo y Pasto
En Pasto en 4to festival internacional inicia el martes 18: http://festicinepasto.blogspot.com/2009/07/20_15.html
Estará "Sara la espantapájaros", de Jorge Vivanco, "Memoria de Quito" de Mauricio Velasco y "Este maldito país" de Juan Martín Cueva, además de una muestra de cortos premiados en el Cero Latitud.
jueves, 16 de julio de 2009
De tropezón en tropezón
De tropezón en tropezón
Por César Ricaurte
Crítico de TV
No es la primera vez que Ecuador TV y el cine independiente ecuatoriano tienen líos. Hace meses ya hubo una polémica por las emisiones de algunas películas sin los debidos permisos de los autores, quejas por mutilaciones e incluso reclamos por los cortes en los créditos.
Así que, lamentablemente, lo sucedido hace más de una semana con el documental Este maldito país de Juan Martín Cueva es el penúltimo despropósito de una larga sucesión de ellos. Para quienes aún no lo sepan, Ecuador TV decidió emitir el trabajo mencionado censurando su título para reducirlo a Este país.¿Qué es lo que pasa en Ecuador TV? ¿Por qué no logra arrancar como un verdadero proyecto de TV pública? A lo sumo se contentan con un "somos menos malos que los demás canales" y un "tenemos programación para niños". Lo cual sabe inevitablemente a muy poco. Revisemos más: este domingo, RTU retransmitía las imágenes en vivo del intento de regreso de Manuel Zelaya a Tegucigalpa, provistas por Telesur y CNN en Español. ¿Qué pasaba con Ecuador TV? Pues emitían un programa de entretenimiento. El problema, como siempre, no está en las sábanas. El asunto es que Ecuador TV nació sin proyecto. Nació sin un estatuto de funcionamiento que garantizara libertad de gestión, claridad jurídica, línea editorial independiente y en este año, las cosas se han deteriorado, en lugar de mejorar. En lugar de atender al criterio de respeto por una obra y por su autor se atiende a una moralidad tan limitada que considera inapropiada una palabra como "maldito".
Hora GMT: 08/Julio/2009 - 05:02
sábado, 4 de julio de 2009
Mauro Cerbino: "Inquisición pública"
Inquisición pública
De mal en peor. No solo no hay una discusión seria sobre los significados de la televisión pública al interior del medio y en el país, sino que se consolida una postura según la cual hacer televisión pública es ejercer el control sobre los contenidos que se emiten. Este control ni siquiera se parece a la actitud de lo “políticamente correcto” que vuelve apática cualquier discusión. Tiene más bien el carácter de una censura al estilo de aquellas perpetradas por regímenes que hacen del fanatismo moral un norte para tomar decisiones discriminatorias que atentan contra los más mínimos principios de equidad.
Indignación es lo que me produce el haberme enterado de que EcuadorTV, un proyecto de comunicación al que muchos hemos apostado para “sanear” el pantano televisivo existente desde hace 40 años, censura contenidos que considera no acordes con su “política institucional”. Me refiero a la amputación (término que da escalofrío) del título del documental de Juan Martín Cueva Este Maldito País que quedó reducido a “Este País”.
¿Y cuáles son los argumentos? Los directivos se remiten a decisiones tomadas por un inefable comité de programación que tiene el deber de hacer respetar el criterio según el cual “no se pueden presentar títulos o contenidos donde se ofenda la susceptibilidad, creencias, idiosincrasias y valores de la teleaudiencia”. ¡Vaya argucia! Los miembros de este comité tienen una idea (que no es conocimiento) muy extraña sobre la “teleaudiencia” (denominada así adquiere el significado de una masa uniforme y compacta), porque piensan que le afectarían las “malas palabras” o le ofenderían las imágenes de cuerpos desnudos. Esos defensores de la “moralidad pública”, expresión que recuerda las peores actitudes inquisitorias, se arrogan el derecho de definir de antemano qué pueden o no ver los indefensos e infantilizados televidentes, cuando, con menos hipocresía, podrían preguntarse si es dable la mutilación de obras cinematográficas que lo que pretenden es -más allá de la calificación que podamos darles- despertar el interés y fomentar la reflexión sobre algún tema de naturaleza pública. Es imposible no relacionar estas censuras con las mutilaciones y ocultamientos que la Iglesia Católica ha realizado en el pasado (y en el presente) en diferentes obras. Los velos a las pinturas o las amputaciones del órgano masculino de las esculturas son un ejemplo tristemente famoso.
No quiero una televisión así. Que confunde interés común con moralina. Que con el pretexto de salvaguardar a los televidentes (que desconoce) cae en los mismos errores que cometen los medios privados que escudándose en una “línea editorial” discriminan contenidos no “convenientes”. Que el comité de programación y los directivos del canal se dediquen más a renovar lenguajes y estéticas televisivas, que promuevan la pluralidad acogiendo expresiones de quienes nunca hablaron en los medios, que fomenten una mayor y más diversa generación de contenidos propios y no de enlatados adquiridos en las ferias de Miami que vienen con el membrete “para medios públicos”. Que dejen en paz los contenidos de obras de ficción que falta nos hacen para pensar el país, el que fuere, el que podamos definir como queramos, sin censuras.
Nuevo artículo de prensa...
Tomada de la edición impresa del 04 de julio del 2009
De lo público, poco
Santiago Rosero
En las charlas sobre Cultura y Transformación Social que se desarrollaron la semana pasada en la FLACSO y la USFQ, participaron, entre otros ponentes, el sociólogo venezolano Tulio Hernández y el académico estadounidense George Yudice.
martes, 30 de junio de 2009
Este (maldito) país
Este [maldito] país
Lucrecia Maldonado
lmaldonado@telegrafo.com.ec
Hay cosas que se tienen que censurar. El morbo. La estulticia. La pornografía en horario para todo público. La violencia sádica en ídem. La crónica roja sin reflexión. No se puede dejar que ciertas cosas (no tanto ideas: procedimientos, aberraciones, esos lados extremadamente oscuros y perturbadores de la condición humana) circulen por ahí, mostrándose impúdicamente ante gente que quizá no está preparada para enfrentarlas con madurez y criterio.
Pero de ahí a volverse Torquemadas de los microorganismos que pueden aparecer por ahí media una gran distancia. Personalmente, apoyo que se aplique la ley en casos como los de difundir noticias basadas en supuestos que finalmente pueden provocar conmoción social y fácil llevar al caos. Por lo menos que se llame la atención o se reconvenga con firmeza.
Pero cuando se arremete contra seriales como “Los Simpsons”, o cuando se ejerce la autocensura sin criterio, sí me quedo pensando un rato en hasta qué punto la regulación de los medios, mejor dicho, de lo que podemos ver y escuchar a través de ellos, tiene un sentido y una función social encaminados hacia el bien común y no como manera de saciar caprichos individuales, partidistas o lugares comunes de la moralina más barata y rastrera.
“En el caso citado, ‘maldito’ es una palabra que esconde rabia, decepción, pero también amor...”
Por ejemplo, el canal público Ecuador TV presenta el documental de Juan Martín Cueva “Este maldito país”. Pero deciden ‘amputarle’ el adjetivo. ¿Por qué? ¿Cuál es el criterio que opera en esta ‘selección’ lingüística? ¿Alguien le preguntó al autor del documental si estaba de acuerdo con el cambio? Es más… ¿Alguien le preguntó al autor por qué estaba ese adjetivo ahí, qué función, qué importancia tiene esa sola palabra dentro del nombre del documental?
Seguro que no. Alguien leyó la palabra ‘maldito’, la equipararon a descalificación e insulto y… ¡unas tijeras, pronto, de urgencia! Para peor, ese adjetivo estaba calificando a la sagrada palabra ‘país’. Y entonces, bueno, pasamos la película, apoyamos el cine nacional, el tan mentado ‘talento’ nacional, y respiramos en paz porque al mismo tiempo estamos defendiendo el sagrado concepto de ‘país’ del artero ataque del adjetivo ‘maldito’. En años de colegio se aprende (se debería aprender) a leer entre líneas. Se debería llegar a comprender que en el lenguaje connotativo es un pecado muy grave abordar las palabras y las expresiones desde su significado lineal sin atender a los matices y las variantes semánticas. ‘Maldito’, en el caso citado, es una palabra que esconde rabia, decepción, pero también amor y deseos de cambiar lo que nos enferma como sociedad e individuos. ¿Es tan difícil de comprender? ¿A quién hay que dibujarle una explicación que debería ser innecesaria? ¿Cómo se puede manejar algo tan grande como la difusión de las expresiones culturales de un país con el criterio maniqueísta de un niño al que le han aterrorizado desde el vientre materno con la posibilidad de los más atroces tormentos del infierno si estornuda en una iglesia? Antes que nada, creo que lo fundamental es abrir la mente y dejar de lado los cernidores que de pronto han comenzado a funcionar indiscriminadamente en este maldito país.
sábado, 13 de junio de 2009
ESTE MALDITO PAIS en CINECUANON
Muchas películas ecuatorianas forman parte de esta muestra, entre ellas una retrospectiva completa de la obra de Sebastián Cordero, incluyendo Ratas, ratones y rateros, Crónicas, y su documental Viteri, un autoretrato.
También de proyectan las ficciones Esas no son penas, de Anahi Hoeneisen y Daniel Andrade, Cuando me toque a mí, de Víctor Arregui, y Qué tan lejos, de Tania Hermida (que en esos mismos días ganó un premio en Austria: http://www.ecuadorinmediato.com/noticias/106378).
En documental, se proyectan Porqué mueren los castaños de Tito Molina, Baltazar Ushka, el tiempo congelado, de José Antonio e Igor Guaysamín, Alfaro Vive Carajo, del sueño al caos, de Isabel Dávalos, Golpe a golpe, de Galo Betancourt, Goerge Febres, de Ivo Orlando Huahua, entre otros.
martes, 19 de mayo de 2009
ESTE MALDITO PAIS EN CINES
Del 20 al 31 de mayo de 2009
DEL 20 AL 24 DE MAYO
Detalle de horarios Cine OchoyMedio
OTRAS CIUDADES
UN ESPACIO DE DIALOGO CON EL DIRECTOR
LA ESCUELA DEL ESPECTADOR
OchoyMedio Tumbaco (Ventura Mall)
Martes 26 de mayo a las 19h00
domingo, 3 de mayo de 2009
Entrevista en www.ahoraenquito.com
El amarillo, azul y rojo pintado en una pared, sobre este símbolo pasan personas anónimas de todo tipo, indios, negros, mestizos, grandes, chicos. Pasan todos con un nombre y una cédula que lo identifica, pero cuando en el Ecuador se habla de nosotros, no sabemos exactamente a qué nos referimos. Así plantea Juan Martín Cueva el tema de su película documental
Conversamos con este alto realizador, pinta de gringo, refugiado en sus anteojos para darle vueltas a cada pregunta, para poner contextos que nos permitan conocer mejor su mirada sobre este país del norte de Sudamérica, este maldito país que se sigue construyendo.
¿Cómo se dio y se concretó la película?
Inicialmente ESTE MALDITO PAÍS era un proyecto un tanto disperso, no tenía título ni nada. Tenía algunas ideas pero no se lograban estructurar en un solo proyecto. En eso surge una convocatoria de la televisión de América Latina, en diez países, para que en cada país un documentalista hiciera un ensayo documental acerca de los rasgos característicos de cada población. Yo aproveché eso para “reciclar” algunas ideas que yo tenía y ponerle en el formato que ellos pedían. Resultado de eso es una versión de 52 de esta misma película, pero cuando estábamos editando en Brasil, hace un año, vimos con los productores, editores y amigos que era una pena cortar tanto el material que se tenía. Finalmente se cumplió con ese compromiso de 52 minutos, pero se trabajó este nuevo material, la película que se pasa en estos días, porque esperé para estrenarla en los EDOC.
¿Tendrá la película una gira por el país?
En realidad esta película tuvo un tratamiento al revés del acostumbrado, ya se ha pasado en varias ciudades, pero no quería estrenar todavía en Quito. Estuvo en Guayaquil, en Cuenca, en Riobamba y afuera en varios festivales.
¿Sobre los personajes, cómo se seleccionaron?
Fueron varios los personajes que se quedaron fuera, no porque sean malos o porque las entrevista no hayan estado buenas, sino porque a diferencia de la ficción, en el documental es en la edición donde se arma el sentido, si bien hay un guión, muchas cosas pueden pasar al llegar a la edición. Dos personajes que están en la película no estaban previstos en lo más mínimo. Héctor Flores, el indígena de Cotacachi, casado con la japonesa no estaba planificado, tenía una idea porque los conocía, pero no sabía que me iban a dar y en realidad paramos allí, camino al Chota, para ver qué pasaba. Finalmente a la gente le gusta mucho lo que aportan estos personajes.
Yo debo confesar que nunca tomé el toro por los cuernos en cuanto al asunto de que algunos personajes eran conocidos y otros para nada. En algún momento si me planteé y me pregunté qué hago. Aquí en el Ecuador si uno le ve al Jorge Enrique Adoum, sabe quién es él, pero afuera es distinto, la recepción es distinta. Afuera pocos, los entendidos en literatura saben quién es Jorge Enrique Adoum, y prácticamente nadie sabe quién es Lourdes Tibán, Jaime Guevara o Jaime Enrique Aymara. En Brasil me pasó que una chica que vio el documental dijo: qué bonito el viejito que habla, que sabio, y yo le dije se trata de uno de los principales intelectuales del Ecuador. Igual pasaba con Lourdes Tibán. Entonces la relación del documental con el espectador es distinta y por ello decidí dejar al final a todos estos personajes, al mismo nivel.
¿Qué argumentos te dejó ESTE MALDITO PAÍS en cuanto a la identidad ecuatoriana?
En el caso de mi documental planteo una serie de preguntas y por lo tanto no quería establecer una argumentación a favor de una u otra forma de pensarnos o describirnos a los ecuatorianos. Lo que formulo es preguntas sobre verdades que aparecen como incuestionables, pero que a mi me quedan dudas. La idea de la identidad basada en tres o cuatro cosas: la diversidad pero como un enunciado vacío y limitada a lo étnico; la cuestión de los símbolos patrios en esa especie de nacionalismo o patriotismo un poco vacío; pero en el fondo de todo eso veo una gran inseguridad, no solo de qué mismo es el Ecuador al cabo de muy poco tiempo de existencia, menos de 200 años, sino como un conjunto de poblaciones diversas que no creen necesariamente en una relación muy armónica entre ellas. En Cuenca me decía alguien, por ejemplo, “todo bien, todo chévere, la diversidad, pero ¡Qué tiene que ver el marica este con el asunto de la identidad ecuatoriana”. Eso te dice que hay un acercamiento a la noción de identidad solamente desde lo étnico, es decir, chévere que haya indios, negros, blanquitos, que hayan inmigrantes, pero ¿qué tiene que ver un homosexual dentro de todo eso?, cuando él mismo se describe: padre quiteño, madre riobambeña, de clase media urbana, quiteña, mestiza y yo creo que ahí están elementos fundamentales de nuestra manera de ser. No hay tanto argumentos en la película, sino cuestionamientos, yo quería poner una serie de temas sobre el tapete para que se debatan, pero tampoco quería hacer una tesis de antropología. Leí la crítica que hace el Xavier Andrade, en el catálogo de los EDOC, a varios documentales ecuatorianos, y me parece muy interesante. Yo estoy bien abierto a las críticas, pero me parece que no se puede leer un documental como se lee una tesis de antropología.
ESTE MALDITO PAÍS, el nombre por sí solo vende…
La verdad es que el título fue puesto con esa intención. No creo que sea fácil atraer a las masas, a los espectadores a las salas para ver un documental sobre lo que es ser ecuatoriano. Me parece que es un tema que puede repeler a ciertas personas, entonces el título tiene la intención de atraer y está funcionando. Es un título que te atrae o te cuestiona ¿por qué le ponen ese título?, pero logra llamar la atención.
En un festival de Estados Unidos el organizador me escribió y me dijo, chévere, lo seleccionamos, venga, pero me preguntó ¿no has pensado en cambiarle el título? Eso también pasa.
¿Qué va a pasar luego de esta película, vendrá el bonito país?
Yo creo que el bonito país está dentro del documental. Yo estoy dentro de otros proyectos. No tengo una expectativa desbordante con esta película, si tienen éxito y la gente va a verla y genera discusión, chévere; pero no pretendo que sea un éxito de taquilla, ningún documental ecuatoriano lo ha sido, e incluso para las películas nacionales de ficción es difícil. Te enfrentas a un circuito que está pensado, hecho, constituido para otro tipo de cine. Así que mejor que circule, como decía el Pocho Álvarez (con respecto a su documental A CIELO ABIERTO, DERECHOS MINADOS), mientras más se reproduzca, piratee y circule, mejor. A mi personalmente me parece que este y muchos documentales que están en los EDOC deberían ser objeto de interés, por parte, por ejemplo, de la televisión pública.
Ahora realmente estoy con un par de proyectos nuevos. Quiero hacer un documental mío, personal y otras cosas que tengo pendientes.
sábado, 2 de mayo de 2009
Otros dos textos sobre el documental
Aquí los textos:
Historias e identidades
Catalina León.
¿Quiénes y cómo somos los ecuatorianos y ecuatorianas? Se pregunta Juan Martín Cueva, en su último documental Este maldito país. Se deslizan en la pantalla rostros y testimonios, procedencias plurales, fenotipos diversos, semillas de gentes de todas partes: el Lejano Oriente, el Mediterráneo oriental y occidental, herederos de los amores de negros e indias, homosexuales, descendientes de los pueblos originarios, intelectuales de piel oscura que revientan el estereotipo del sabio encanecido, de sexo masculino e ineludiblemente europeo. Vemos al mestizaje hispano-nativo, sin el cual es inconcebible la ecuatorianidad, y vemos también a compatriotas en la diáspora en pos del sueño que fuera negado por esta patria, la madrastra-que-arrastra.
La policromía captada por la sensibilidad de Cueva dista de la monotonía que hasta hace poco inculcaba el discurso oficial, reduciendo la ecuatorianidad al europeizante matiz “blanco-mestizo”. Los otros, los “negros”, los indios y muchas otras mezclas fenotípicas y culturales, cuyos nombres fueron proscritos, ocupaban un silencioso rincón en los relatos escritos, visuales y sonoros de la nación. Así, la nación ecuatoriana emergió con una historia cercenada, sobre una multitud de hijos e hijas del viento.
“Lo ecuatoriano tiene diversos efectos térmicos: de la selva, del magnetismo oceánico...”
Me ha conmovido la respuesta de Cueva a la añeja interrogación. El Ecuador crece con todos los colores de lo humano, con historias de dolor y generosidad, de amores que vencen las distancias, con voluntades que derrotan al destino y las prisiones, con la magia de las músicas que vibran en nuestros pueblos, entre la marimba y Bach. Historias que germinan en la selva, en el mar, en el páramo, en las florecientes riberas de nuestro Litoral. Lo ecuatoriano, entonces, se ve y se dice de muchas maneras, despide muchos aromas, trae a flor de piel las más diversas sensaciones térmicas: de la selva, de los valles y montañas y del magnetismo oceánico, de todo aquello que hace del Ecuador un país increíble. Los ecuatorianos y ecuatorianas somos todo eso, nos dice Juan Martín, una Babel de sueños y frustraciones, de injusticias, de formas de sentir la vida. Una Babel que nos duele: ¡Este maldito país! ¿Cómo fundirlo todo en el mismo crisol? ¿Y cómo se explican, ahí, la pobreza extrema y la ostentación, el conformismo y el exilio económico de millones, la diáspora de la orfandad?
Se me ocurre -¿o me lo sugiere Cueva?- nuestras heridas sanarán solamente, cuando podamos reconocer nuestra ascendencia diversa, “impura” y brillar con ella; cuando la alegría sea una posibilidad al alcance de todos y todos tengan derecho al orgullo, al recuerdo de sus voces ancestrales, a sus cuerpos; cuando nadie se avergüence de la sonoridad de su lengua madre.
Esta obra de Cueva es inquietante, inesperada y sin respuestas definitivas, un homenaje que brinda su autor a todos y todas. Se estrenará la obra muy pronto, en los “Encuentros del Otro Cine”, el cine reflexivo que busca las claves para la ciudadanía y para trascender e inventar formas nuevas y democráticas de ser nación.
Este Maldito País, un documental de Juan Martín Cueva
Claudia Reyes García
Si el hombre es lenguaje como sugiere Maturana, Este Maldito País es un poema de humanismo.
El cine para mi aún tiene que ver con el ritual de ir a una sala a ver la película escogida, ojalá un domingo de tarde y con la sobremesa del filme aguardando en un café o un bar. Pocas veces, como está, desempolvo mi DVD e inserto un disco compacto. Lo hago porque el director de la película fue amigo de adolescencia en ese “maldito país”. Porque ha sido gentil y generoso en enviarme una copia de su trabajo. Porque el pasado es, de alguna manera y tal como lo expresa Este Maldito País, lo único real que poseemos, aunque no pocas veces intentemos resistirnos a ese estigma de la vida de nosotros mismos y de los pueblos.
Ya he leído algunas críticas sobre este documental, todas muy buenas, carentes de “peros”, ausentes de “no obstantes” y liberadas de “sin embargos”. Bastante más adjetivizadas que sustantivas, es decir desbordantes de halagos. Este antecedente me inquieta, ¿qué tal si no concuerdo, si encuentro argumentos en contra de la tendencia del aplauso cerrado y de los honores rendidos? Me atraparía la obligada buena crianza de decir coloquialmente “que chévere tu docu, suerte y gracias”.
Veo Este Maldito país no una sino dos veces. La primera es tanto un profundo goce como un gran alivio. Es un excelente documental y para mi fortuna –la que comparto con todos quienes le ven- es intensamente literario. Desde esa premisa puedo explayarme a raudales iniciando por una propia interpretación del título. Maldito, en calidad de sustantivo en lugar de adjetivo, deja de ser una blasfemia y se convierte en un amor desbocado, en una incógnita que va revelándose y adquiriendo sentido de inmediato. Juan Martín Cueva ha producido una sucesión de relatos breves, interpretados por los propios protagonistas, no hay actores en el sentido clásico. Su documental es de de buena factura, sonido y sencilla pero suficiente y encantadora fotografía.
El cuestionar, cediendo a otros esa tarea, pienso que es la matriz de la trama. La búsqueda de la respuesta a la pregunta “qué significa ser ecuatoriano” está siempre presente, sin embargo, se van tejiendo historias que, sin separarse de esa línea argumental, abren espacios nuevos a la emoción.
No enumeré las personas - pues aquí no hay personajes maqueteados sino que testimonios espontáneos- que integran un perfecto racimo de distintas identidades, culturas, historias, orígenes, mestizajes, que en una visión global otorgan luces, no tanto en el sentido de la respuesta a qué significa ser ecuatoriano, sino más bien cada una en su independencia, de raza, de tiempo, de color, contribuye con una posición, muchas veces antagónica entre ellas, de su propia búsqueda y/o aceptación de su origen e identidad.
Como chasquis, en una sucesión de relevos coloridos, de rostros de trajes, desde indígenas hasta negros, intercalados por inmigrantes, sin generalizar sino que relatando singularmente su historia, convocan al espectador a armar su propio puzle.
Hay una armonía entre los espacios abiertos, tomas al aire libre, y locaciones cerradas, también entre los tiempos editados a cada uno de los protagonistas convocados a participar en esta producción. De esta manera se observa el espíritu democrático de Juan Martín Cueva plasmado en su obra. Tal como su huella literaria.
Comparto y me sumo a los aplausos de pie y a los honores que le prodigan los comentarios leídos.
Entiendo -y hasta envidio- esta búsqueda del sentido de pertenencia a una historia, a un territorio, desde las más diversas variables culturales y raciales. Amé (y amo) profundamente ese maldito país -de mi maldita adolescencia- lleno de variables, de contradicciones, de paisajes e identidades. Relevarlas, recordarlas, ponerlas en valor, construir un espacio de encanto y de reflexión, con todos o casi todos sus matices, sus contrasentidos y exponerlos en un excelente trabajo audiovisual, de tiempo, diálogos, inflexiones, fotografía y, naturalmente, poesía, es tremendamente significativo, no solo para los que intentan definir qué significa ser ecuatoriano, y que en ese intento han transitado desde el más profundo arraigo hasta la más sentida desesperanza, si no que para los espectadores allende sus límites, que sin la tarea de buscar entre los hijos del sol nuestros orígenes, podemos disfrutar liberados de toda angustia -o atrapados en ella- tan bella poesía humana de Este Maldito País.
Claudia Reyes García
martes, 28 de abril de 2009
Dos críticas del documental
“Todos alguna vez hemos querido no ser ecuatorianos”, con esta frase en off concluye el documental del cineasta quiteño Juan Martín Cueva.
Ecuador fue el país invitado a la tercera versión del Festival de Cine de Derechos Humanos, que se realizó a mediados de enero en Valparaíso, y “Este Maldito País” del citado director, lo culminante del encuentro.
Como buen festival en ciernes, éste conserva muchas de aquellas espontaneidades que luego se añoran en los eventos con mayor grado de producción. Es sencillo, discreto, con grandes rasgos de amistad y esforzado. Aperrado como diríamos coloquialmente. Y el resultado es meritorio. Hay gente de varios países latinoamericanos y la oferta de “pelis”, como llaman los del gremio a los filmes, es bastante amplia y de buen nivel.
Claro que yo estoy en Valparaíso en algo parecido a una “comisión de servicio”, en la tarea de encontrar a algún honorable que quiera referirse al proyecto que crea el Ministerio del Medio Ambiente. Un encargo siempre complicado, pero en enero definitivamente quimérico.
Resignado al fracaso de la gestión, en un café del puerto llega a mis manos un pequeño folleto que promociona el III Festival de Cine de Derechos Humanos. Leo que en su amplia propuesta también incluye documentales de línea medioambiental. Pienso que asistiendo no llegaré con las manos vacías y que un poco de temática audiovisual no me sentará mal, especialmente porque rara vez navego en esas rutas.
Lo cierto es que de medio ambiente no encuentro nada. Sin embargo, de los títulos en cartelera, “Este Maldito País” es cautivante, presumo que es la historia del paso de algún poeta maldito por la mitad del mundo. O alguna historia aterradora acaecida en la selva amazónica. Y no elucubro mucho más, pues ya estoy en la ex escuela de Teatro de la Universidad de Valparaíso. Un lujo de lugar. Las salas de proyección son teatros de aquellos que generan nostalgia. Reflexiono acerca de la triste, y en serie, infraestructura cultural del hoy frente a estos originales y finos espacios de antaño.
En el lobby de la Universidad, están los integrantes del festival en pleno. El organizador, Nelson, un tipo muy agradable, está rodeado de sus colegas, todos con aires de izquierda no renovada, digamos de izquierda más bien. Hay paridad de género y no paso por alto la diversidad de la belleza de varias actrices y documentalistas, representativas al máximo de sus países de origen.
Pregunto si está por ahí un tal Juan Martín Cueva, digo que según leí era el cineasta del país invitado a este Festival, Ecuador, y señalo que soy periodista. El documentalista quiteño, parece francés o español, cualquiera de los otros contertulios tenía más pinta de ecuatoriano, perdonado el prejuicio, que este tipo alto, con cara de intelectual y de unos cuarenta años.
Le comento que vengo a ver su documental porque me llama la atención el título, le digo al pasar que soy neófito asumido en materias audiovisuales, que me dedico a temas medioambientales, él me responde que es lo menos medioambientalista que yo pueda conocer. No es una discusión, es una charla bastante grata, el flaco es de diálogo interesante y bastante sencillo, pesé a que es evidente que son él y su documental los chiches del encuentro.
Le insisto en referencia al título y le cuento mis disquisiciones sobre los poetas malditos franceses, de la generación maldita de escritores ecuatorianos de la que también algo he leído, pero me dice que nada que ver, que se titula Este maldito país porque los nombres son importantes y deben ser convocantes. Inteligente respuesta pienso, sin embargo, busco una butaca que me permita huir si sus más de dos horas de documental son demasiado. Prefiero desaparecer antes que dormirme en la mitad de la proyección.
La sala suma más público que el esperado, están todos los participantes del festival y bastante gente, además de varios espontáneos como yo. Afortunadamente, no tengo que escapar, nadie se mueve siquiera en sus butacas, Este maldito país, de principio a fin tiene un ritmo que atrapa, los 127 minutos parecen volar en la diversidad de historias que se entrelazan. Resabios de ayer, búsquedas de identidad, aceptación y negación, mezclas de amores y desconfianzas. Mestizajes que no se registran en los libros. Encuentro de gran estética las imágenes y los testimonios luminosos y directos.
El guión parece simple, pero la trama no lo es. Es una sucesión de personajes, cada uno representando alguna de las muchas singularidades que forman, o deberían formar, en su conjunto, la identidad ecuatoriana. Subyace la propuesta de que el Ecuador es un país multicultural y la idea de que todas sus expresiones deben ser reconocidas. Diría que ese es el paradigma o más bien la apuesta que expone el documental.
Los personajes parecen extraídos de castings, pero no los son, sus testimonios parecen obra de libretistas eximios, tampoco es así. Los atavíos tan seductores como las historias, son auténticos. Hay relatos de gente de raza negra hasta de árabes, intercalados por distintos miembros de etnias indígenas, y mestizajes de excepción como el de un joven indígena con una mujer japonesa. Llego a la conclusión que aquí no existen personajes sino personas que explican su historia y su identidad en primera persona, con ello el director cede protagonismo propio, y a la vez emerge sutilmente un notable trabajo de investigación.
Los contrastes son al límite. Es interesante como pueden compartir y rimar en una misma propuesta, un inmigrante palestino interpretando un piano, siútico a más no poder, con un humilde y sabio negro -que parece extraído de una súper producción hollywoodense- recapitulando con fuerza inusitada sus orígenes.
Este maldito país, en dos horas que vuelan da cuenta, a través de su gente, de un país colorido, diverso, con infinidad de etnias y culturas, que se reparten en un territorio más bien pequeño y que tienen que convivir y construir una historia en común.
La frase en off de “todos alguna vez hemos querido no ser ecuatorianos” no tiene que ver con un rechazo, sino más bien con una complicada pregunta ¿Qué significa ser ecuatoriano? ¿Sentirse hijos y hermanos desde y en la diversidad?
Por Alejo Casares S.
La complejidad del ser humano lo ha llevado desde siempre a superar sus propios límites, a cuestionarse sobre sí mismo. Y sus orígenes, a descubrir la verdad y utilizar sus resultados como el inicio de un nuevo camino a seguir. Este año, el EDOC cuenta en su programación con dos documentales que hurgan en la naturaleza de nuestro país, que tratan de responder el eterno “¿Quiénes somos?” sin miedos ni concesiones: Este maldito país de Juan Martín Cueva y Alpachaca, puente de Tierra de Jorge Luis Narváez. Ambos llegan precedidos de su bien ganada fama, pues el primero fue realizado para representar al Ecuador en la serie Los latinoamericanos, de la televisión brasileña, mientras que el segundo se adjudicó el Premio Augusto San Miguel 2007 en la categoría largometraje documental.
El puente de Alpachaca parece ser la unión de las historias, de los diferentes mundos por los que transita la comunidad del Chota, la natural oposición entre personas dedicadas al trabajo, a la música y al deporte, y aquellos que se ven obligados a recurrir a la delincuencia para subsistir. La toma se abre y el campo de visión se amplía a toda la provincia. Es el momento ideal para dar a conocer más de esa rica tierra, sus costumbres, su presente, sus necesidades, el resto de su población y sus formas de convivencia con quienes habitan en el Valle del Chota.
martes, 21 de abril de 2009
jueves, 9 de abril de 2009
This Rotten Country
April 17-29, 2009
4/21/2009, 7pm
4/28/2009, 9pm
Facets Cinematheque
(1517 W. Fullerton Ave., Chicago, IL 60614 )
Este maldito país
This Rotten Country
Director
Juan Martín Cueva
Cinematography
Franςois Laso
This documentary embraces the challenge to discover the identity of Ecuadorians and asks: Who is Ecuadorian? What does being Ecuadorian mean? Jorge Enrique Adoum does not know the answer being the son of a Lebanese father and Ecuadorian mother. Lourdes Tiban also does not know the answer as she considers herself a mestiza or an Ecuadorian of mixed races. Considered the Mozart of the marimba “Papa Roncon” reveals he was taught melodies by the indigenous and not the Africans. Colorful subjects share their stories of origin and express what it means for them to be considered Ecuadorian.
http://www.latinoculturalcenter.org/cinema-festival/
http://www.latinoculturalcenter.org/cinema-festival/film_listing.php?id=37
miércoles, 8 de abril de 2009
Películas ecuatorianas en los EDOC
En esta octava edición, como cada año, los EDOC cuentan con la sección denominada: CÓMO NOS VEN, CÓMO NOS VEMOS. En esta se incluyen películas ecuatorianas así como documentales provenientes de otras latitudes que presentan una mirada sobre el Ecuador.Este año se exhibirán los siguientes largos y cortometrajes documentales ecuatorianos
LARGOMETRAJES
A CIELO ABIERTO, DE POCHO ÁLVAREZ
ALPACHACA, PUENTE DE TIERRA, DE JORGE LUIS NARVÁEZ
CHIGUALEROS, DE ALEX SCHLENKER
DESCARTES, DE FERNANDO MIELES
ESTE MALDITO PAÍS, DE JUAN MARTÍN CUEVA
MEMORIA DE QUITO, DE MAURICIO VELASCO
PORQUÉ MUEREN LOS CASTAÑOS, DE TITO MOLINA
CORTOMETRAJES
EL ARTE DEL CANTÓN MEJÍA, DE MANUEL KINGMAN
ÉXODO, DE ADRIÁN AGUILAR
GALÁPAGOS ¿PATRIMONIO O HUMANIDAD?, DE KARINA VIVANCO
MONÓLOGO DE UN CUERVO, DE PAÚL NARVAEZ
OJO FOCO ROJO, DE DIANA SOLTYSIK
VERDUGO, DE GEOVANNY POZO
VITERI AUTORRETRATO, DE SEBASTIÁN CORDERO
www.festivaledoc.org
domingo, 29 de marzo de 2009
Ta prokleta zemlja en BELDOCS
No, no me metí en cursos de serbio, abandonando el kichwa: lo que pasa es que seleccionaron Este maldito país en el festival BELDOCS 2009.
Mi documental, que se estrena aquí en Pichincha en los EDOCS y luego queda en cartelera en OchoyMedio y Sala Alfredo Pareja de la CCE, así como en el MAAC Cine Guayaquil y Manta, estará bien acompañado de Daj gol Gana! de Felipe Terán...
Ta prokleta zemlja partipa en la sección FOCUS ON SOUTH AMERICA y se proyecta en el Small Auditory of DKSG (qué también será) el 12 de abril, día de Santa Ana de los Cuatro Ríos, a las 19 horas.
Avisen a todos los familiares y amigos que tengan en Belgrado, ta?
BELDOCS 2009.
El festival de Beldocs (7-13 de Abril de 2009, Belgrado, Serbia) tiene página web http://www.beldocs.rs/eng/#/movies/revial
En esta sección se mostrarán los siguientes documentales:
Este maldito país (Juan Martín Cueva, Ecuador/Brasil)
Mete Gol Gana (Felipe Teran, Ecuador),
Secretos de lucha (Maiana Bidegain, Francia - Uruguay),
Americano (Carlos Ferrand, Peru-Canada).
miércoles, 25 de marzo de 2009
Dos notas sobre la presentación en NY
Hola Juan Martin
Ayer el teatro estuvo a full, la gente se sento en las gradas y en piso por la cantidad de tanta concurrencia.
Las personas se sintieron muy satisfechas con el film y hubieron comentarios positivos. Porai salieron tres monas que se sintieron que faltaba representarlas, pero bueee....
queria agradecerte por dejarnos mostrar tu film, hizo una buena combinacion junto a Traficombo... En especial porque la coyuntura de las noticias locales en NYC salen muchas noticias de crimenes raciales contra ecuatorianos...
saludos
Gabriel Roldós
Ví el doc en Queens, como parte de un festival de cine ecuatoriano. El público era mayormente ecuatoriano y te digo que salió muy contento. Me llamó la atención la transformación del público con la peli. Al principio se escuchaban risitas nerviosas mientras iban apareciendo los personajes, pero de a poco el acholado público como que le fue tomando cariño y sobretodo respeto a los personajes. Luego hablé con algunas personas y todas hablaban muy bien de la peli y se sentían muy orgullosas de su "maldito país", yo entre ellos. Gracias por ese doc cariñoso y respetuoso y felicitaciones!
Christian Ponce
viernes, 20 de marzo de 2009
Nueva opción de afiche
El diseñador Aurelio Valdez nos ha propuesto varias opciones, esta es la que más nos gusta... qué opinan? Irían a ver esta película?
Estas son las dos otras opciones... las pongo en más chiquito porque me gustan menos, pero ahi van. Todos son diseños de Aurelio Valdez.
Antes: El lugar donde se juntan los polos
EL LUGAR DONDE SE JUNTAN LOS POLOS
Una película documental de Juan Martín Cueva
Reflexión sobre las utopías y las decepciones de una generación bajo la forma de una carta filmada de un padre a sus hijos. Joaquín y Amalia son dos niños nacidos en París, y sin embargo su lengua materna es el español y sus abuelos están todos en América Latina...
¿Cuáles son los lazos que los unen a Latinoamérica, qué acontecimientos históricos han alimentado la historia familiar, qué causas determinaron el destino de sus familias, su participación en momentos claves de la historia de Chile, Cuba, Nicaragua y Ecuador?
En "El lugar donde se juntan los polos" se entreteje un intento de dar respuesta a estas interrogantes desde la complicidad familiar con un relato de los últimos cuarenta años de América Latina y una reflexión personal sobre el compromiso, la identidad y el desarraigo.
Ficha técnica
Documental, 53 minutos, Ecuador/Francia/Bélgica 2002
Guión y dirección Juan Martín Cueva
Fotografía Iván Keller, J. P. Polo, Víctor Arregui, Germán Valverde.
Montaje Alex Rodríguez
Sonido Omar Pérez
Música Frédéric Mainçon
Dirección de producción Teresa Piera, Ardèche Images Production
Producción Ejecutiva Jean-Marie Barbe, AIP
Distribución Stéphan Riguet, sriguet@andanafilms.com
Premios obtenidos.
- Premio del 4to Festival de Cine Pobre, Mexico, 2005
- Cóndor de Tierra, premio a la mejor obra, Festival Latinoamericano de Cine y Video Sur Realidades, Bogotá, Colombia, 2004.
- Mejor Guión, 10mo Festival Latinoamericano de Rosario, Argentina, 2003
- Mejor Video Documental, 9no Festival Internacional de Cine de Valdivia, Chile, 2002
- Premio "Brouillon d'un rêve" de la SCAM, Francia, para el desarrollo del proyecto (premio al guión, antes de la producción), 2000.
- Película inaugural de la IV Muestra de Documental y Cine Social “La Imagen del Sur”, Córdoba, España, septiembre 2006.
Festivales en los que ha paticipado.
Los Angeles Latino International Film Festival, LALIFF, USA, 2002
New York Latino Film Festival, LaCinemaFe, USA, 2002
Docúpolis, Barcelona, España, 2002 (selección oficial)
IV Muestra Documental de Bogotá, Colombia, 2002
Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, Cuba, 2002
Festival Internacional de Documentales de Santiago de Chile, FIDOCS, Chile, 2002
Festival de Cine Latinoamericano de Bruselas, "De Película", Bélgica, 2002
Festival Permanente de Cine Latinoamericano de San Salvador, El Salvador, 2002
Festival Internacional de Cine de Valdivia, Chile, 2002
Cine de Sur a Sur, Concepción, Chile, 2002
Festival Versions Originales, Lussas, Francia, 2002
1ros Encuentros del Otro Cine, Ecuador, 2002
IV Muestra Iberoamericana de Cine, Quito, Ecuador, 2002
Chicago International Documentary Film Festival, USA, 2003
Muestra de Cine sobre el Desarrollo, Barcelona, España, 2003
Muestra Latinoamericana de Video, Managua, Nicaragua, 2003
Cambridge Latino Film Festival, USA, 2003
Docúpolis, Barcelona, España, 2003 (sección Migraciones)
Festival Latinoamericano de Video de Rosario, Argentina, septiembre 2003
Festival Icaro de Producción Latinoamericana, Guatemala, 2003
Festival de Cine Latinoamericano Jóven de Castellón, España, 2003
Chicago Latino Film Festival, 2004
“Contra el silencio, todas las voces”, Mexico, 2004
Festival Latinoamericano de Cine y Video Sur-realidades, Bogotá, Colombia, 2004
Festival Internacional de Cine de Bogotá, Colombia, 2004
Más información sobre este documental y sobre el cortometraje documental "Marineros" (1997): http://www.festivaledoc.org/videoteca_cinememoria.pdf
lunes, 16 de marzo de 2009
Cuatro notas sobre premio Signis
http://www.cinelatinoamericano.org/texto.aspx?cod=5752
Diario El Mercurio de Cuenca saca una nota: http://www.elmercurio.com.ec/web/titulares.php?seccion=c8Nrl3r&codigo=P3asWHPuCU&nuevo_mes=02&nuevo_ano=2009&dias=28¬icias=2009-02-28
El Diario de los Andes, de Riobamba, publica esta nota el 1ro de marzo.
http://www.diariolosandes.com.ec/content/view/12853/32/
El blog Cinerama da cuenta del premio Signis para Este maldito país: http://www.cinerama.ec/2009/03/01/este-maldito-pais-recibe-premio-signis-para-la-comunicacion/
Un blog en que hablan de Este maldito país...
Me encanta que el documental provoque reflexiones y discusiones... en ese blog hay algo de eso.
Solo tengo un comentario y una pregunta:
- el título no es un verso de Adoum (Para comentar un comentario de ese post: sí, pensé en que el título debía ser "enganchador", un "golpe de efecto" que surtió efecto, parece ser...)
- ¿qué entiende Raúl Farías por "romance", o qué entendió de lo que Lourdes Tibán cuenta de la manera en que su abuela quedó embarazada del patrón?
Y un reclamo: no me cambie de nombre compañero, tendré nombre de galán de telenovela, pero "Jorge Martín" sí que no me gusta.
20 de noviembre de 2008
Este maldito país
Mi primera opción de día miércoles en el FICC era Tony Manero, una película ambientada en la década de los 70´s, en plena época de Saturday night fever. Un joven chileno, imitador de los pasos de baile de John Travolta, lidera un grupo de bailarines que se inscribe en un concurso de talentos donde esperan demostrar todas sus habilidades. Desde esta perspectiva cómica, el director Pablo Larraín, pretende insertarnos en el ambiente de terror que se vivía en Chile durante la dictadura de Pinochet.
Para mi maldita suerte, la película no salió de aduana, es decir que reposaba en el manso Guayas, así que los organizadores del festival decidieron proyectar: Este maldito país del director Jorge Martín Cueva. Este maldito país lleva por nombre un verso de un poema del notable escritor ambateño Jorgenrique Adoum y el documental trata de descubrir la verdadera identidad de los ecuatorianos y nos pregunta: ¿Qué realmente somos los ecuatorianos?
Jorgenrique Adoum no lo sabe al ser hijo de libanes y madre ecuatoriana; Lourdes Tiban tampoco, al revelarse como una mestiza, porque su abuela había tenido un romance con un terrateniente, romance del cual salió su madre; “Papá roncón”, algo así como un Mozart de la marimba, nos cuenta que aprendió a interpretar esas melodías de indígenas esmeraldeños y no de afros; Jaime Guevara cantando en Quito por los hermanos Restrepo, y así, otros personajes desconocidos: Gays, inmigrantes japoneses y el resto de esos ecuatorianos comunes, que son extranjeros para el resto, nos cuentan cada uno su historia y lo que para ellos significa el Ecuador.
Cueva, con su obra y gracias a su jato original de sociólogo, trata de realizar algo más didáctico que estético, mostrando como en un territorio tan pequeño podemos ser tan diversos: Una persona no dice soy un cuerpo, sino tengo un cuerpo y un ecuatoriano no dice soy un país, sino tengo un país, relata la voz en off. Y con todos estos testimonios, la mente comienza a preguntarse: ¿Quién definió lo que es ser un ecuatoriano?, ¿Quién es más ecuatoriano: Aquella qué está cargando tomates en el mercado o el guardia que lo mira con sospecha?, ¿Qué tanto conozco el Ecuador y qué tanto me identifico con un negro esmeraldeño, con indígena de Cocha, o con alguien que decidió inmigrar a Galápagos?
Escrito y publicado por Raul Farias
Etiquetas: Cine, Cuenca, Ecuador, Este maldito país, Personal, Viajes
Programa muestra de NY
Gabriel Roldós, uno de los organizadores, me escribe:
Hola Juan Martin
Ayer el teatro estuvo a full, la gente se sento en las gradas y en piso por la cantidad de tanta concurrencia.Las personas se sintieron muy satisfechas con el film y hubieron comentarios positivos. Porai salieron tres monas que se sintieron que faltaba representarlas, pero bueee.... queria agradecerte por dejarnos mostrar tu film, hizo una buena combinacion junto a Traficombo... En especial porque la coyuntura de las noticias locales en NYC salen muchas noticias de crimenes raciales contra ecuatorianos...
saludos
sábado, 14 de marzo de 2009
Noticias de la muestra en NY
by Angie Romero 03.11.2009 4:30pm 1 Comment
The fact that there’s even an Ecuadorian Film Festival elates me. Let’s face it—Ecuador isn’t really on the map like that in terms of cinema. But hopefully that’s changing. To that end, the Third Annual Ecuadorian Film Festival is going down in New York, home to over 260,000 ecuatorianos (including yours truly), at the Queens Museum of Art, Friday March 13 & Saturday 14, from 7 – 10 p.m. The bilingual Festival already made its stop in Washington D.C. in February, but unlike D.C., admission here in NYC is free! You heard that right. I even called to make sure.
This year’s festival will encourage discussions of issues relevant to the Ecuadorian community, like what mestizaje means. The exciting new work of over 15 filmmakers will be showcased through video art, documentaries (Este Maldito Pais by Juan Martín Cueva, Trafficombo by Pedro Andrade) and feature films (Blak Mama by Miguel Alvear & Patricio Andrade). Check out Juan Martin Cueva’s blog here.
For directions click here or call: 718.592.9700 ext 140. A nice man named Gabriel Roldós will answer.
miércoles, 4 de marzo de 2009
Un segundo blog
martes, 3 de marzo de 2009
Proyecciones en USA y Colombia
Claustro de Santo Domingo, Cartagena de Indias, Colombia.
Competencia Iberoamericana de Documenales, 49 festival Internacional de Cine de Cartagena.
Proyección de Este maldito país y foro con el director Juan Martín Cueva.
Ver la ficha técnica en el catálogo online del Festival de Cine de Cartagena: http://www.festicinecartagena.org/fcc/peliculas.cfm?select_movie=todas&fecha=+&pais=Chile&ubicacion=+&buscar=Titulo+de+la+Pelicula&page=9
Viernes 13 de marzo, 7pm.
Queens Museum or Art, NY.
Segundo Festival de Cine Ecuatoriano en Nueva York.
Proyección de Este maldito país (gratis y bilingüe: con subtítulos en inglés)
www.queensmuseum.org/information
Miércoles, 11 febrero 2009, 20h15
Gala Hispanic Theatre , Washington DC
Proyección de Este maldito país (con subtítulos en inglés y en presencia del director)
Clausura de III Muestra de Cine Ecuatoriano en Washington
Tuesday, February 17th, 2009
El Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio e Integración - Embajada del Ecuador en Estados Unidos - informa sobre la III Muestra de Cine Ecuatoriano “Miradas desde la Mitad del Mundo”, que se realizó en la ciudad de Washington DC, el 10 y 11 de febrero en el Teatro Hispano GALA, organizado por esta Misión Diplomática, Ecuador Mi País y FLACSO-Ecuador, y auspiciado por Delta y Restaurante Rumberos.
Esta Muestra fue el tercer esfuerzo por presentar el trabajo visual cinematográfico de directores y productores ecuatorianos, que incluyó dos documentales y dos largometrajes. Este ano el genero de video-arte tanto de Quito como de Guayaquil con alrededor de 22 trabajos originales de la Facultad de Antropología Visual de la FLACSO-Ecuador.
En representación de FLACSO, el catedrático Fredy Rivera impartió una charla sobre la nueva concepción de cine en Ecuador que intenta romper esquemas y parámetros tradicionales. Asimismo, se tuvo la presencia de los cineastas Juan Martín Cueva, José Miguel Alvear y Veiky Valdez, quienes intercambiaron ideas con la audiencia sobre su trabajo y producción artística.
En la clausura de la Muestra, se galardonó al documental “Este Maldito País”, obra que fue electa por el público presente en este importante evento que presenta a la comunidad hispana en la ciudad de Washington, DC la manifestación artística del Ecuador y promociona ante el público angloparlante la riqueza cultural de nuestro país.